sábado, 9 de abril de 2011

LA COMEZON DEL SEPTIMO AÑO

LA COMEZON DEL SEPTIMO AÑO – LA TENTACION VIVE ARRIBA 1955

Director: Billy Wilder
Reparto: Marilyn Monroe y Tom Ewell.
Fotografía: Color
Tema: Comedia.

De todas las películas de Marilyn Monroe, la comezón del séptimo año es donde mejor se despliega como artista.  Con su exagerada ingenuidad, su tono de voz y sus movimientos sensuales, logra con su una actuación destacada en esta comedia, eso sí de la mano del maestro Billy Wilder uno de los mejores directores de artistas que también escribió el guión de la cinta que es al final lo que la convirtió en un clásico.

La simpática historia comienza con un relato de los antepasados donde los hombres enviaban a sus mujeres a pasar vacaciones para evitar el fuerte verano de Nueva York y aprovechaban esa situación de soltería para hacer de las suyas, condición que se ha mantenido con el paso de los siglos.

Un publicista, Richard Sherman, muy bien interpretado por Tom Ewell, que acaba de dejar a su esposa en vacaciones, se encuentra con una vecina despampanante interpretada por Marilyn Monroe y aprovecha la situación para invitarla.  Su imaginación puede más que su decisión para conquistar a la rubia, provocando las situaciones divertidas muy bien manejadas por la sapiencia de Wilder. 

Durante el trabajo Sherman lee un libro, escrito por un psicólogo que describe la situación que viven los hombres cazados a la que llama, la comezón del séptimo año, condición por la que el está pasando, donde además justifica los posibles deslices que se puedan tener a esa altura del matrimonio. La película mantiene todo el tiempo la expectativa, sobre si el tímido hombre será capaz de conquistar a semejante mujer y se dejará tentar por la belleza y la comezón o podrán más sus valores, el amor por su esposa.

Es divertida, suave, con buen mensaje y sobre todo con la espectacularidad de una Marilyn Monroe y toda su belleza, destacada e inmortalizada en la famosa y sensual escena donde falda blanca se levanta al paso del metro, al estar parada encima de una rejilla de ventilación, en Nueva York.

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