lunes, 25 de julio de 2011

LO QUE DEJÓ LA COPA AMÉRICA

Nelson Bedoya

La conclusión obvia, lógica y evidente de la Copa América, es que los equipos están muy parejos para enfrentar la eliminatoria al Mundial de Brasil 2014, más cuando la superpotencia carioca no estará  presente.

Después se puede analizar si esta nivelación de las diferentes selecciones es por lo alto o por lo bajo.  Lo más sencillo sería decir por lo bajo, pues Argentina y su súper equipo, no apareció y Brasil decepcionó, pero considero que la nivelación se da por lo alto y explico mis argumentos.

En el último Mundial jugado en Sudáfrica 2010, los equipos de la Conmebol fueron protagonistas importantes. Chile, Paraguay y Uruguay estuvieron a la altura de Argentina y Brasil, y superaron las primeras rondas fácilmente. Incluso Uruguay jugó la semifinal.  En dicho Mundial, se menciono constantemente esa solidez de los equipos sudamericanos.

Paraguay y Uruguay, reflejan en esta copa América el nivel mostrado en el Mundial.  Los guaraníes aferrados a su siempre buena defensa y a la lucha de sus delanteros. Los charrúas a su garra, el gran momento de sus goleadores Forlán y Suárez, y aportando una importante cuota de sacrificio y progreso en el juego de la mitad de la cancha con jugadores como Pérez, Arévalo y Pereira.

Chile cambió de técnico y se está reorganizando, pero su base se mantiene y el estilo también. Matías Fernández y David Suazo tiene para rato en las eliminatorias y el gran momento de Alexis Sánchez, ahora en el Barcelona serán fundamentales.

Argentina, que también cambió de técnico,  tiene un problema de organización y unidad nacional, además de que  tener demasiadas figuras ha sido un problema para los técnicos. Es un dilema saber quien entre Tevez, Di María, Milito, Higuaín, Agüero, Lavezzi, Pastore, acompañan idealmente a Messi, que una vez más demuestra que no es el de echarse el equipo al hombro y poner a jugar sus compañeros a su estílo, como la hacía Maradona.  Lio necesita compañía para tocar su mejor ritmo. 

Colombia, se mantiene en su nivel, cambió de técnico, pero no por uno nuevo que conozca y haya vivido de cerca la evolución del fútbol, sino por uno que claramente está en el ocaso de su carrera, pero su palmarés lo mantienen a flote.  El equipo tiene una buena generación, tiene goleadores que fueron escasos en otra época, pero carece de funcionamiento colectivo y tiene que mejorar.

Ecuador, está sufriendo lo que a Colombia le pasó después del Mundial de Francia 98, su gran generación está terminando su carrera y el recambio cuesta, sin embargo, tiene jugadores de categoría y con su nuevo técnico seguro será protagonista de la eliminatoria y hará fuerte su  localía.

Venezuela, fue una verdadera y grata sorpresa, en la Copa América. Con un fútbol de asociación y sacrificio, con facilidad en el desdoblamiento ofensivo y recogimiento defensivo, sorprendió.  Su falta de definición sigue siendo un problema, pero como conjunto claramente ha subido un nivel para estar parejo en el concierto sudamericano.

Perú, el colero de las últimas eliminatorias, también está recuperando su juego, con un técnico conocedor y experto, que ha logrado imprimir disciplina táctica, organizándose defensivamente que ha sido su gran problema y aprovechando las virtudes de sus atacantes. En este caso Guerrero y Vargas, pero seguramente de Farfán y Pizarro cuando estén en condiciones.

Bolivia, también ha mejorado, un técnico joven conocedor de sus limitaciones y virtudes, mostró un equipo ordenado y con criterio para contragolpear aprovechando la figura de su goleador Marcelo Martins Moreno.

No jugará eliminatorias, pero su responsabilidad como local de ganar el próximo Mundial, son grandes para Brasil. En la Copa América mostró un recambio de media cancha para arriba, que no dejó nada tranquila a ningún brasileño, con pocas armas en la creación y debilidad en la definición.  Robinho que jugó en un papel diferente más retrasado, no parece dar más de lo que se le conoce, que ha sido poco frente a las expectativas iniciales y Neymar deberá evolucionar mucho en dos años, por que por ahora la verdeamarela no cuenta con un jugador de gran nivel en ataque.

miércoles, 20 de julio de 2011

EL APARTAMENTO

EL APARTAMENTO 1.960

Director: Billy Wilder
Protagonistas: Jack Lemmon, Shirley McLaine, Fred McMurray.
Género; Comedia Romántica,  Comedia, Romance.
Fotografía: Blanco y Negro.
Premios: 5 Oscar. Mejor película, mejor director, mejor guión original, montaje, dirección artística. (10 nominaciones)  

La comedia romántica es un subgénero de la comedia y del romance,  que se utiliza generalmente para describir películas románticas, donde dos personajes,  que se sienten atraídos, en situaciones muy obvias, terminan en la mayoría de los casos, después de sucesos divertidos y situaciones extremas, juntos al final de la película.  Pero, El Apartamento, del gran maestro Billy Wilder es definitivamente una verdadera descripción de este género. Es comedia y es romántica, las dos cosas por igual. No es tan obvio, es realista y el cuento es contado de forma tan divertida que toca fibras al público de situaciones comunes y profundas. También se puede llamar una comedia dramática.

Una verdadera obra maestra del cine, en mi concepto, la mejor película del talentoso director, que tiene ya un punto alto con cintas como El crepúsculo de los Dioses, Días sin huella, Testigo de Cargo o Perdición, en otros estilos.  

Wilder es quizás el mejor de todos, en el ritmo narrativo de las películas y su gran capacidad de guionista lo aprovecha al máximo, generando siempre que la calidad de los diálogos se note superlativamente en el desarrollo de la historia, facilitando el crecimiento de los protagonistas en cada cinta.

La película trata sobre un soltero (Jack Lemmon), bastante conformista,  empleado común de una gran oficina de seguros, que alquila su apartamento a sus jefes para citas amorosas clandestinas, esperando con ello un ascenso en su trabajo.  Mientras el organiza las citas, conoce a una linda y simpática ascensorista (Shirley LacLaine) a quién espera conquistar, sin saber que ella es una de las citas del jefe mayor quién le prometió el ascenso.

En, El Apartamento, las grandes cualidades del director se desbordan, el argumento es genial, un guión, que escribió junto a I.A.L Diamond, ganando el Oscar, nos cuenta una historia que tiene de todo.  Poder, romance, diversión, ternura, realidad, tristeza, maquinación, drama, todo eso contado con una continuidad y un equilibrio a modo de comedia, que hacen que la película trascienda en todos los aspectos, siendo válida tanto en los sesenta cuando fue rodada e inmediatamente reconocida como en este siglo, aún después de los grandes cambios tanto en el entorno como el comportamiento de las personas y su psicología.

La actuación de Jack Lemmon, es extraordinaria, interpretando un personaje solitario, con poca ilusión y muy profundo  cuando se enamora. Lo mismo Shirley MacLaine, muy tierna y real que doblega al público a pesar de su situación. Los dos fueron candidatos al Oscar, y a bien que lo merecían por que estuvieron grandiosos,  pero se encontraron con dos grandes Burt Lancaster (El fuego y la palabra) y Elizabeth Taylor (Una mujer marcada).

La puesta en escena, otra gran virtud del director, es sensacional, generando momentos eternos del cine, con soberbios  detalles que engrandecen las escenas.   La fotografía en blanco y negro, es muy importante, realza las situaciones y las bellas escenas, como la  de las cartas, los espaguetis, los bombines de la fiesta, el espejo.  En conclusión es otra obra maestra de Billy Wilder, la mejor, todo aficionado la debe ver y no se cansará de repetir.

Nelson Bedoya.

martes, 19 de julio de 2011

CON FALDAS Y A LO LOCO

CON FALDAS Y A LO LOCO 1959 (Una Eva y dos Adanes)

Director: Billy Wilder
Protagonistas: Tony Curtis, Jack Lemmon y Marilyn Monroe.
Genero: Comedia
Fotografía: Blanco y Negro
Premios: Oscar al Mejor Vestuario (6 nominaciones)

Definitivamente Billy Wilder tiene la magia para el cine, tiene la varita de hacer grandes películas sea el género que sea.  Con un tema complicado porque puede caer en lo ridículo y sobre todo para la época en la que fue rodada, logra una estupenda y entretenida comedia, una de las mejores en el género.  Aunque más tarde dirigió, Uno Dos Tres, una maravillosa comedia que a mi gusto es mejor, la presencia de Tony Curtis y Jack Lemmon y la fama de Marilyn Monroe, los tres con una magnífica actuación, la ponen en un pedestal superior en la historia.

En los años 30, en Chicago, en época de la ley seca, dos músicos un saxofonista (Curtis) y un chelista (Lemmon), tienen que huir al presenciar un crimen de la mafia.  Para esconderse se disfrazan de mujeres y viajan en un tren a Miami, junto a una orquesta de mujeres.  Ahí comienzan los disparates, enredos y momentos estelares que  catapultan la película como grande del género.

Mientras está disfrazado de mujer, Joe (Tony Curtis), se deslumbra por la belleza seductora de Sugar Kane (Marilyn Monroe) e inmediatamente pone sus ojos en ella, y espera los momentos adecuados para conquistarla haciéndose pasar por un millonario, aprovechando un yate del verdadero viejo millonario que quiere seducir Jerry (Jack Lemmon), mientas pasa vestido de mujer.

Las escenas son divertidas y el film va creciendo con el desarrollo de la película, la Monroe está fabulosa, contoneándose, mostrando sus curvas, seductora e ingenua como siempre. Lemmon es quién despliega las escenas más divertidas y alocadas mientras es seducido por el millonario.  Y Curtis, seductor, elegante desplegando mucha simpatía. La actuación de este trió es sensacional. También es fundamental la intervención del viejo millonario Oswood Fielding III,  interpretado por Joe E Brown.

Como siempre en las películas de Wilder, la historia lleva un ritmo adecuado que divierte permanentemente, sin dejar de lado la calidad interpretativa de sus personajes, la música que acompasa las fabulosas escenas y el final siempre sorpresivo, que son otro ingrediente fundamental.  Quizás hoy el tema de vestirse como mujeres hoy es más común, y por eso considero que la comedia ha perdido trascendencia con el tiempo, pero en los cincuenta, divertir con dicho argumento, abordado con tanta frescura, trasparencia, lozanía sin entrar en lo vulgar y lo ordinario, es un mérito del director.

Nelson Bedoya.

lunes, 18 de julio de 2011

UNO, DOS, TRES

UNO DOS TRES. 1961

Director: Billy Wilder.
Protagonistas: James Cagney, Hortz Buchholtz, Pamela Tiffin.
Género: Comedia
Fotografía: Blanco y Negro.

El maestro  Bily Wilder, logró una divertidísima comedia contada a ritmo frenético, utilizando sus conocidas virtudes para la elaboración de una película.  La combinación perfecta de diálogos chispeantes, personajes muy caracterizados, la genialidad del guión, el adecuado equilibrio y finales sorpresivos.

Pero, Uno Dos Tres, no solo es una comedia, sino una verdadera crítica a uno de los temas que en los años sesenta fue muy influyente en el mundo, la guerra fría, la rivalidad entre capitalismo y comunismo. Y que mejor en  Berlín,  la ciudad que marcó la diferencia entre estas corrientes por ser el punto de encuentro, entre norteamericanos y soviéticos, al final de la guerra. 
C. R Macnamara, (Cagney) es un ejecutivo de Coca Cola que intenta escalar posiciones ejecutivas con un plan de expansión de la gaseosa en los países comunistas, que ve frenado su objetivo, cuando su jefe, un anticomunista marcado, no quiere negocios con los rusos y en cambio le pide que cuide a su hija Scarlett.

La caprichosa e inmadura joven americana (Pamela Tiffin), se enamora a escondidas de un idealista y soñador  comunista (Buchholtz) al otro lado de Berlín,  Macnamara se entera justo  cuando su jefe anuncia la visita a Alemania, a ver a su hija. Llevado por la necesidad de escalar posiciones en la empresa se vale de múltiples situaciones con tal de que su esperado ascenso no se vea entorpecido por las travesuras de su acudiente.

Escenas memorables se desarrollan en esta historia, la ida y vuelta, en moto y carro por el arco que dividía comunismo y capitalismo antes del muro de Berlín, los empleados alemanes de Coca Cola especialmente su asistente, con reminiscencias de sus tiempos de nazismo, la divertida secretaria que enloquece a los rusos, pero sobre todo y a un grado superlativo la extraordinaria  actuación de James Cagney.  Las acciones van tan rápido que uno no termina de reírse de un chiste cuando llega el otro.

La comedia no solo crítica al comunismo y al capitalismo, sino también a la indolencia de un ejecutivo por lograr sus objetivos, aún por encima de su familia y el poder del amor o la comodidad ante los ideales políticos.  La combinación de crítica y comedia contada tan vertiginosamente determina la genialidad del filme.

Nelson Bedoya.  

viernes, 15 de julio de 2011

UN TRANVIA LLAMADO DESEO

UN TRANVIA LLAMADO DESEO. 1951

Director: Elia Kazan
Reparto: Vivian Leigth, Marlon Brando, Karl Malden, Kim Hunter.
Fotografía: Blanco y Negro
Género: Drama.
Premios: 4 Oscar. Mejor actriz, Mejor actriz secundaria, mejor actor secundario, mejor dirección artística.

Una película muy dramática, engrandecida por los excelentes diálogos y la gran actuación de Marlon Brando, Karl Malden y Kim Hunter, pero sobre todo por la grandiosa Vivian Leigh, que protagoniza un film a la altura de “lo que el viento se llevó”.

Elia Kazan (La ley del silencio), nos presenta una historia de Tennese Williams, creada para teatro, perfectamente adaptada al cine, que mantiene los profundos diálogos, pero le añade escenas profundas, de iluminación, sonido y sobre todo la recreación del contexto.

En Nueva Orleans, después de la segunda guerra,  Blanche (Vivian Leigth) visita a su hermana menor Stella (Kim Hunter), después de venirse a menos al perder su finca, donde vivía cómodamente, quién se casó con Stanley Kowalski, (Marlon Brando), en un barrio pobre, con un entorno soez al que la recién llegada no está acostumbrada.

Blanche, una mujer mayor, delicada, acostumbrada a las buenas maneras, la educación, la galantería, la buena vida, está pasando por un momento de depresión  y esconde un pasado incierto.  Stantley, es el polo opuesto,  un hombre primario, rudo y ordinario, con mala educación, que intimida permanentemente a su esposa y su cuñada. Los dos son intensos con sus personajes, profundos y determinados.

Más que la profundidad del argumento, la película se destaca por la gran actuación de los protagonistas.  Vivan Leigh, ganó el Oscar con una actuación impresionante, desarrollando el personaje a fondo, involucrando al aficionado completamente con su personaje. Malden y Hunter, ganaron el Oscar como actores secundarios y Brando no ganó, pero su actuación lo catapultó como un grande, tanto por su físico como por su gran calidad como actor.

El drama psicológico y la trama, es claramente superado por la caracterización de los personajes, convirtiendo este film en un clásico, básicamente por ser una película de actores, eso sí con la mano del Elia Kazan que el manejo visual, la calidad de los planos, destaca ampliamente los diálogos.

Nelson Bedoya.  

VACACIONES EN ROMA

VACACIONES EN ROMA. 1953

Director: William Wyler
Reparto: Audrey Hepburn y Gregory Peck
Fotografía: Blanco y Negro
Género: Comedia Romántica.
Premios: 3 Oscar. Mejor actriz, Vestuario, Guión original.

Una estupenda comedia romántica, plasmada por uno de los mejores directores de la historia del cine, William Wyler (Ben Hur), que nos presenta un cuento de hadas, al revés, además  muy humano, real y creíble. La joven princesa  Ana, magistralmente interpretada por la carismática Audrey Hepburn, un poco aburrida de los protocolos y los controles, propios de la nobleza inglesa, se escapa de noche, en busca de una aventura, después de ver desde la ventana de un hotel en Roma, lo forma como se divierte el resto de los mortales.

Un periodista, Joe Bradley interpretado por el célebre, Gregory Peck se encuentra por casualidad con la princesa y al conocer su linaje, decide aprovecharse de ella llevándola a recorrer los hermosos lugares de la hermosa ciudad de Roma, pasando por el Coliseo, la Plaza España, el Castillo de San Angelo, el Panteón, la Boca de la Verdad,  y hermosos lugares históricos, buscando escribir una historia exclusiva que lo reivindique en su periódico, donde está mal parado.

Sin exageraciones, sin extravagancias, sin fantasías el amor va saliendo a flotando entre los protagonistas  a medida que recorren la bella ciudad, la ternura de la joven doblegara el corazón del galán, quién sin querer logra conquistar a la princesa.  Los dos se enamoran y son consientes de su realidad. El final es muy emotivo, y nos deja de plano una enseñanza importante, sin caer en la cursilería en que generalmente terminan las historias de amor.

La combinación entre comedia y drama es casi perfecta, aprovechando la riqueza escenográfica que brinda la ciudad eterna.  Esta película trascendió como ninguna otra en la capital romana, tan es así que se pueden encontrar aun hoy en toda tienda, diversos almanaques y souvenirs relativos.

La puesta en escena de la película es extraordinaria, el encanto de la ciudad, la belleza y la magia de Audrey, que se dio a conocer en Hollywood y para la eternidad con esta cinta,  además de ganar merecidamente el Oscar, es memorable. La forma como Wyler combina todos esos ingredientes de comedia, romanticismo, ciudad, protagonistas, música, para contar una historia de amor que parece inverosímil pero que termina siendo real, sensata.

Sin exagerar, Vacaciones en Roma, es una de las mejores películas de la historia del cine y la mejor en su género. Reúne todos los ingredientes de una cinta a un nivel superlativo. Un guión preciso, ameno y real, la insuperable belleza de Audrey que se ve adorable, Peck, excelente, la puesta en escena, la música, la historia, la fotografía, el vestuario  y un memorable y clásico final, todo es perfecto.

Nelson Bedoya.

martes, 12 de julio de 2011

EL BUENO, EL MALO Y EL FEO

EL BUENO, EL MALO Y EL FEO. 1966

Director: Sergio Leone.
Protagonistas: Clint Eastwood, Lee Van Cliff y Eli Walach.
Fotografia: Color
Género: Western
Banca Sonora: Enio Morricone.

El italiano, Sergio Leone, dirigió este filme uno de los mejores western de la historia. Un memorable clásico, lleno de emoción y acción, rematado con un emotivo final.  Con permanentes y cuidadosamente elaboradas escenas de primer plano que permiten profundizar la caracterización de los personajes, con impecable muestra de fotografía, color y paisajes que definen la intensidad de la película y la banda sonora de Morricone, que afianza cada suceso, especialmente el final y nos deja la inmortal melodía principal de la película.

Tres pistoleros, interpretan personajes típicos de películas del oeste, el bueno (Clint Eatswood), que no es tan bueno, el siempre malo (Lee Van Cleef) que si es muy malo y el feo, (Eli Walach)  que más bien es simpático, pero igual de malo.  Los tres van en busca de un tesoro escondido y se necesitan entre sí para llegar al destino, sin importar a quién hay que matar, sin involucrarse en la guerra civil, que solo se pone de referencia,  para ahondar en la insensibilidad de los personajes lleno de avidez por el dinero.  

Los tres protagonistas aparentemente son diferentes, pero tienes muchas más cosas en común, su avaricia, su rudeza, su indiferencia, su despego, su egoísmo, y sobre todo su ambición para ir por el tesoro, incluso marcando la diferencia con los muertos por la guerra que según Rubio (el bueno), "tanto muerto por nada", dándole claro sentido a que si es por dinero, morir vale la pena.  

Durante toda la película el ritmo mantiene expectante al público, contando en paralelo el recorrido de cada personaje para llegar al destino. Se destaca especialmente en la actuación de Eli Walach, como Tuco (el feo), que con el carácter que le da al personaje,  genera las mejores escenas, tanto emotivas como divertidas. Y para no disipar la frialdad de los personajes, ni siquiera salen mujeres, solo en una escena de Sentencia (el malo) pero sin mayor relevancia.

La minuciosa fabricación de cada escena, la recreación espectacular del paisaje, la marcada determinación de los personajes, la música que le da realce a cada hecho, rotulan esta película como un verdadero clásico, una cinta sin peros.  

El final es de antología, lento, profundo, emotivo, acompasado con una estupenda música de cierre que agudiza el ambiente, genialmente plasmado por Leone, convirtiéndo el momento en una escena imperecedera.  Un Western que vale la pena ver y disfrutar.

Nelson Bedoya.

lunes, 11 de julio de 2011

ARIANE

ARIANE – LOVE IN THE AFTERNOON 1957

Director: Billy Wilder
Protagonistas: Audrey Hepburn, Gary Cooper.
Fotografía: Blanco y Negro
Género: Comedia Romántica.

Una de las menos conocidas obras del maestro Billy Wilder, pero no por eso menos buena, que en esta comedia romántica, nos vuelve a mostrar su calidad de director, la conjugación de diálogos y la maestría en la caracterización de los personajes es impecable.


Ambientada en París, comienza con una simpática introducción que contextualiza la película definiendo  a la ciudad del amor.  Audrey Hepburn, en el papel Ariene, en una encantadora interpretación, es hija de un investigador privado, Claude Chavasse (Maurice Chevalier), dedicado a las infidelidades, que tiene en sus manos un caso de un reconocido galán, dedicado a romper corazones en todo el mundo.

Ariane,  lee las investigaciones de su padre, conociendo profundamente diversos casos del seductor, Ms Flannagan, interpretado por Gary Cooper, un millonario bastante mayor, a quién la chica considera atractivo.  Tras a posibilidad de ser asesinado por un esposo celoso, la joven muchacha advierte la situación al galán, quién aprovecha para seducirla, pero ella conocedora de sus artimañas decide jugar con la misma moneda,  mientras se va enamorando.

En la habitación No 14 del Hotel Ritz, se dan las conquistas, armonizadas por un cuarteto de zíngaros, que en cada visita romántica interpretan cuatro temas, donde se destaca el bello vals Fascinación, generando divertidas y antológicas escenas.

Los galanteos de Frank Flannagan, cuyo lema, “Buen dia, adiós y en el medio un poco de amor”, son superados, por los inventos de Ariane sobre su vida amorosa, quién aparenta ser igual de fría y calculadora que él,  generando sentimientos que el seductor no conocía.

Wilder hilvana perfectamente cada escena, con dúctiles diálogos, generando la suspicacia y doble sentido típico haciendo muy ameno el ritmo de la película. El final, cuidadosamente elaborado, es excepcionalmente romántico, sensibiliza profundamente al espectador, es lo mejor de la película. En el mismo 57, estreno Testigo de Cargo, con uno de los mejores finales de la historia.
 
Nelson Bedoya.

TESTIGO DE CARGO

TESTIGO DE CARGO 1957

Director: Billy Wilder
Protagonistas: Charles Laugthon, Tyrone Power, Marlene Dietrich.
Género: Crimen, Suspenso, Abogados.
Fotografía: Blanco y Negro.

Extraordinaria película de abogados del maestro Billy Wilder, (Sabrina, Uno Dos Tres; La comezón del séptimo año, El crepúsculo de los dioses, Dias sin Huella).  Una obra de arte del cine, que debe estar en un puesto privilegiado entre los grandes clásicos de la historia.

Estupendos diálogos, precisos y profundos, con la maestría de la pluma de Wilder adaptando una obra de Agatha Christie, que hacen concentrar el cineasta sin posibilidades de distraerse, con intriga permanente, contada de forma muy amena. Muy a su estilo, con su sapiencia para contar la historia y darle una gran fuerza de los personajes.

Eso si con la ayuda de tres extraordinarios actores, el gran Charles Laugthon como abogado defensor, con una interpretación perfecta,  de un ganador de premio, que hace que la cinta combine suspenso, humor, misterio y emoción. Tyrone Power y Marlene Dietrich, son el complemento ideal en el trama de esta película, bien llevada y sapientemente dirigida.

Leonar Vole (Powell) es acusado de asesinato, para la defensa contrata a un abogado prestigioso, Sir Wilfried (Laugthon), en recuperación de un infarto, que no puede tener preocupaciones, el decide si cuenta o no con la testificación de su esposa Cristhine (Dietrich)

El juicio se desarrolla en medio de escenas placenteras, con toques de misterio y humor. Eso si rematada con un extraordinario final.  Uno de los mejores finales de la historia.  Sin lugar a dudas debe ser considerada como un clásico, independiente del contexto en el que fue grabada, no pierde nada de vigencia.

Nelson Bedoya

LA LEY DEL SILENCIO

La ley del Silencio 1954

Director: Elia Kazan
Protagonistas: Marlon Brando, Karl Malden, Eva Marie Saint, Lee J Coob y Rod Steiger,
Fotografía: Blanco y Negro
Premios: 8 Oscar de la Academia, incluyendo mejor película, mejor director, actor, actriz.

Una película desarrollada en un contexto sórdido en los años 50, en los muelles de Nueva York, que muestra cuán despiadado puede ser un hombre a cambio del poder y el dinero fácil. También la facilidad de dominar gente inculta, con poca preparación y sobre todo con la necesidad de llevar el pan a su casa

Terry Malloy, excepcionalmente interpretado por Marlon Brando, es un exboxeador venido a menos, que trabajo en los muertos, pero a diferencia de los demás tiene el favoritismo del mafioso jefe de los trabajadores de los puertos, gracias a ser el hermano menor de su hombre de confianza.  Malloy pone una trampa a un compañero, que es posteriormente asesinado y siente el peso de la responsabilidad.  En medio de las circunstancias se enamora de la hermana del muerto, Edie Maloy (Eva Marie Saint), quién busca la impunidad del crimen. Aparece entonces el Sacerdote de la zona, enfrentando la situación y convenciendo a los trabajadores de desenmascarar a los culpables, pero impera la ley del silencio, que no permite que nadie hable por temor a represalias o a perder el trabajo.

El Padre Barry, a quién Karl Malden interpreta impecablemente, logra generar en Terry la duda necesaria para saber que en sus manos está la posibilidad de revertir esa situación de injusticia, de iniquidad, de aprovechamiento, que esta manos de Jhonny “el hermoso, el malo de la película, sagazmente interpretado por TJ Coob, quién tiene el poder.     

La película es cruda, ese Nido de Ratas en que Jonnhy a convertido los puertos, es un ejemplo de una situación muy común, en la que el poder y la maldad, son patente para todo tipo de atrocidades.  Pero pone en evidencia, la posibilidad por más difícil que se sienta, de mantenerse aliado de la dignidad.

La película entrega el mensaje que Elia Kazan el mismo de “Un tranvía llamado deseo” quiere dar a conocer. Una puesta en escena que deja muchas enseñanzas y mensajes para poner a pensar.  Ganadora de 8 Oscares merecidamente, incluida mejor película, mejor director y el primer Oscar para uno de los grandes del cine Marlon Brando.

Nelson Bedoya.

sábado, 2 de julio de 2011

LA DESGRACIA DE TENER AL "BOLILLO" COMO TECNICO

Es una verdadera tristeza tener la Selección Colombia dirigida por un personaje tan desagradable, tan atarán, tan gamín, tan indeseable, un definitivo  impresentable un chavacán.  Además de poco profesional, un cobarde del fútbol, un mediocre.

La selección Colombia se fue a la Copa América, sin motivación para la gente, no se quiere este entrenador, no hay sentido de pertenencia, no hay optimismo, no hay apoyo y solo esperamos la derrota y el fracaso del impresentable entrenador para buscar otra alternativa.

La Selección Colombia necesita un técnico que integre, que motive, que sea estudioso, que sea inteligente, que se exprese bien, que trabaje, que aplique tácticas ofensivas y no solo esté pensando en defenderse.

“Bolillo” fue cómplice del fracaso del 94, cuando tuvimos la mejor generación de futbolistas en la historia y su mediocridad junto a la de su jefe Maturana, nos llevaron a la frustración.  Hoy en día hay otra generación importante, que se está desperdiciando en medio de su negligencia y la de los directivos que lo mantienen.

Que la Copa América sirva para poder sacar definitivamente a este personaje,  odiado por la mayoría de hinchas sensatos del fútbol,  y nos permita la posibilidad de contratar un técnico con jerarquía, con manejo de grupo, con ambición, para aspirar al Mundial de Brasil.

Con “el bolillo” estamos destinados al fracaso, a la desgracia, a terminar odiando la selección y sus jugadores.  Directivos, recapaciten, que el fracaso que nos espera en la Copa América nos sirva y que no vaya el impresentable Gómez a sacar el paraguas y decir que el torneo Suramericano América no era su objetivo y eso le sirva de excusa.

Comienza la copa América, y el corazón se parte en dos, con el anuncio de su renuncia si fracasaba en la primera ronda. Quienes queremos la selección, pero esperamos que el “bolillo” salga, que lío.  Pero por el bien del país, del fútbol, esperemos que el “bolillo” renuncie después de la Copa América, como lo anunció.