martes, 19 de julio de 2011

CON FALDAS Y A LO LOCO

CON FALDAS Y A LO LOCO 1959 (Una Eva y dos Adanes)

Director: Billy Wilder
Protagonistas: Tony Curtis, Jack Lemmon y Marilyn Monroe.
Genero: Comedia
Fotografía: Blanco y Negro
Premios: Oscar al Mejor Vestuario (6 nominaciones)

Definitivamente Billy Wilder tiene la magia para el cine, tiene la varita de hacer grandes películas sea el género que sea.  Con un tema complicado porque puede caer en lo ridículo y sobre todo para la época en la que fue rodada, logra una estupenda y entretenida comedia, una de las mejores en el género.  Aunque más tarde dirigió, Uno Dos Tres, una maravillosa comedia que a mi gusto es mejor, la presencia de Tony Curtis y Jack Lemmon y la fama de Marilyn Monroe, los tres con una magnífica actuación, la ponen en un pedestal superior en la historia.

En los años 30, en Chicago, en época de la ley seca, dos músicos un saxofonista (Curtis) y un chelista (Lemmon), tienen que huir al presenciar un crimen de la mafia.  Para esconderse se disfrazan de mujeres y viajan en un tren a Miami, junto a una orquesta de mujeres.  Ahí comienzan los disparates, enredos y momentos estelares que  catapultan la película como grande del género.

Mientras está disfrazado de mujer, Joe (Tony Curtis), se deslumbra por la belleza seductora de Sugar Kane (Marilyn Monroe) e inmediatamente pone sus ojos en ella, y espera los momentos adecuados para conquistarla haciéndose pasar por un millonario, aprovechando un yate del verdadero viejo millonario que quiere seducir Jerry (Jack Lemmon), mientas pasa vestido de mujer.

Las escenas son divertidas y el film va creciendo con el desarrollo de la película, la Monroe está fabulosa, contoneándose, mostrando sus curvas, seductora e ingenua como siempre. Lemmon es quién despliega las escenas más divertidas y alocadas mientras es seducido por el millonario.  Y Curtis, seductor, elegante desplegando mucha simpatía. La actuación de este trió es sensacional. También es fundamental la intervención del viejo millonario Oswood Fielding III,  interpretado por Joe E Brown.

Como siempre en las películas de Wilder, la historia lleva un ritmo adecuado que divierte permanentemente, sin dejar de lado la calidad interpretativa de sus personajes, la música que acompasa las fabulosas escenas y el final siempre sorpresivo, que son otro ingrediente fundamental.  Quizás hoy el tema de vestirse como mujeres hoy es más común, y por eso considero que la comedia ha perdido trascendencia con el tiempo, pero en los cincuenta, divertir con dicho argumento, abordado con tanta frescura, trasparencia, lozanía sin entrar en lo vulgar y lo ordinario, es un mérito del director.

Nelson Bedoya.

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